lunes, 16 de agosto de 2010

SUPERCOPA – El Barza Comenzó Mal.

En Sevilla, donde viaje especialmente desde Salamanca para brindarles este resumen, les digo, El Barza me defraudó. Dr. Jordi Becerro.

El partido comenzó con dominio alterno de los dos equipos y sin ocasiones de gol. El Barça, con cuatro del filial  buscaba controlar el juego, con la dificultad de un Sevilla que, sin violencia, salía a presionar.
Tuvimos que esperar al minuto 16 para que llegara la primera ocasión. Una buena asistencia de Ibrahimovic dejó a Bojan solo ante Palop, pero no controló bien el balón y su disparo fue despejado por el portero sevillista. La réplica local llegó un minuto después, con un disparo de Navas que despejó bien Rubén Miño.
Y en el minuto 20 el Barça se adelantó en el marcador. Fue una rápida jugada de contraataque del Barça, con centro final de Maxwell e Ibrahimovic que pone el pie para desviar el balón lejos del alcance de Palop. Hasta el final del primer tiempo, los de Pep Guardiola fueron acusando el cansancio, muy normal por el poco tiempo de preparación que llevan y el descanso fue toda una bendición para los azulgrana.

A los pocos minutos del segundo tiempo, Leo Messi entró en el terreno de juego sustituyendo a Zlatan Ibrahimovic. Pero el primer protagonista de esta segunda parte no fue el argentino sino el portero Rubén Miño. A los 9 minutos, se lució con una gran parada ante un remate de cabeza a bocajarro de Renato.
Pero el segundo tiempo cada vez tenía un color más blanco. En el minuto 16, cuando Cigarini, que había entrado en el descanso por Romaric, le dio un pase medido, entre dos defensas a Luis Fabiano y el brasileño batió a Miño de disparo raso.
El Barça físicamente estaba fundido y ni la entrada de Thiago en el centro del campo permitió que el equipo tuviera el balón y el control del juego. El Sevilla, además, empezó a poner a toda su artillería (entraron Kanoute y Negredo) y eso se notó mucho. Tanto que Kanoute en dos jugadas le dio el lapidario 3-1.Al final un 3-1 que deja la Supercopa más cerca de Sevilla que de Barcelona. Dr. Jordi Becerro,

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